viernes, 23 de octubre de 2015

Ampliando las herramientas para el rediseño curricular

En medio del proceso de rediseño curricular de la licenciatura en Educación de nuestra Universidad, nos hemos visto rodeado de diferentes formas de obtener información sobre graduados, empleadores, profesores y estudiantes actuales de la carrera, todas con el fin de pensar colectivamente el futuro de la Carrera.

Con los egresados se aplicó una encuesta en línea, con los empleadores entrevistas y con los profesores, en esta primera etapa se tomó una encuesta respondida por la mayoría.

Los estudiantes actuales de la Carrera, si bien son nuestra esperanza futura, no constituyen la principal fuente de datos para mejorar y modificar la malla curricular de la Carrera, ellos aportan su experiencia como estudiantes, pero matizada por el enfoque que los profesores dan a sus asignaturas. 

Es muy diferente estar al amparo de la universidad y otra trabajar como profesional pleno. Con estos estudiantes se realizó un amplio grupo de talleres, demasiados, donde se les preguntó sus opiniones sobre el futuro de la Carrera, su idea de la misión y visión y las competencias que debían formarse en los próximos matriculados.

En un taller donde una o varias personas conducen la discusión, las opiniones de los participantes van quedando relegadas a lo que llamaría “acuerdo colectivo”. En otras palabras se va conformando un criterio único, que bajo la dirección del responsable del taller, puede ser extremadamente subjetivo y dirigido, con las posibilidades de influir en las opiniones. Esa es la lógica del taller, aun cuando se trabaje de la manera más colectiva, no se puede dejar de lado su carácter subjetivo.

Con estas dudas y tomando en cuenta que en dichos talleres no se hicieron preguntas más precisas como el por qué matriculaste la carrera, por qué te mantienes en ella y en qué te gustaría trabajar una vez graduado, apliqué otro tipo de técnica, no empleada con anterioridad en nuestro rediseño. Trabajé con mis estudiantes de octavo semestre de la Carrera, que están a un paso de terminar su plan curricular y que tienen una percepción más amplia de sus estudios.

La técnica empleada posee un fuerte componente tecnológico en su desarrollo, pero a la vez una elevada participación grupal. Es un debate donde todos leen las respuestas de todos, algo difícil de alcanzar en un taller. Además para evitar susceptibilidades en el análisis, las opiniones expresadas por cada estudiante quedan registradas para su lectura en cualquier momento. Para responder a las preguntas empleé un servicio asociado a Twitter que se denomina Hootcourse.com Es una aplicación sencilla de manejar, solo se requiere una cuenta en dicha red social y el profesor crear previamente el “curso”.

Los estudiantes que participaron, representan la mitad de todos lo que cursan el octavo semestre, ya que existen solamente dos sesiones de clases; matutina y vespertina y esta última corresponde a la de mis estudiantes. Todos tienen cuenta en Twitter y estaban familiarizados con la plataforma, pues previamente hicimos un ejercicio similar, pero en otro tema diferente. Las respuestas y sus resultados. se pueden cosnultar en este enlace 

La primera pregunta: 

La lectura de las respuestas muestran variados criterios, la mayoría giran alrededor de no conocer de qué trataba la carrera, el peso de la influencia familiar, la segunda opción en el ingreso a la universidad, la posibilidad de cambiarse a otra carrera, los resultados de un test psicotécnico aplicado en el colegio, el ingreso directo por ser de provincia y la influencia de los amigos.

En un grupo menor de respuestas se evidencia que les llamó la atención el trabajo con la educación especial, la tecnología educativa, la orientación vocacional, lo relacionado con la profesión del profesor y el interés en mejorar la educación del país.

En resumen, los actuales estudiantes no tenían una vocación definida cuando matricularon la Carrera, algunos lo hicieron como puente a otra carrera o cómo única opción de ingreso a la universidad. La orientación vocacional es por lo general una tarea realizada tres o cuatro meses antes de concluir sus estudios de bachiller. Sucede que cuando una universidad va a los colegios y aplica test psicotécnicos, estos dan como resultado que los jóvenes son excelentes para un área específica, como las ciencias sociales. Sin embargo cuando es otra universidad diferente, el mismo joven, con el mismo test es excelente para ser ingeniero. Por ello la orientación vocacional no empieza ese día, comienza desde la sociedad y la valoración justa de las diferentes profesiones.

La segunda pregunta:

Contrariamente a las respuestas diferentes de la primera pregunta, en esta se logró mayor consenso en las razones por la que se mantienen. Varios señalaron que tienen que terminar lo que empezaron, otros por qué al no poder cambiar de carrera, quieren terminar la actual. Sobresalen las respuestas que indican que fueron tomando interés en la carrera y valoran la importancia que tiene la educación en el desarrollo del país. También se aprecian intereses bien definidos como el abrir una guardería con otras personas y trabajar en la atención a niños con capacidades diferentes.

No es un descubrimiento que los estudiantes universitarios en su mayoría van apreciando la carrera matriculada, lo que se consolida una vez graduados.

La tercera pregunta.

Las respuestas fueron más precisas, una gran parte señalaron como su área de preferencia la educación especial. Le siguen los proyectos y la administración educativa, la psicopedagogía, la tecnología educativa y la educación superior. En este caso los estudiantes están a un paso de concluir su carrera, varios de ellos trabajan, algunos en áreas vinculadas a la educación.

Llama la atención que ninguno planteó que quiere ser profesor, esto se debe a una contradicción: el Estado boliviano solo permite trabajar como profesores a los egresados de las escuelas normales y no así a los licenciados en educación de las universidades públicas.

En resumen las respuestas me permitieron despejar algunas de mis dudas. Los estudiantes de una carrera universitaria tienen su enfoque en terminar, en hacerlo cuanto antes y poder desempeñarse en un área de trabajo. Después de eso vienen los reclamos de lo que no estudió o lo que dejó de hacer y con ello las ideas de una mejor perspectiva para su concluida carrera universitaria.

lunes, 19 de octubre de 2015

El empleo de los códigos Qr en la Caza del tesoro.

Con mis estudiantes universitarios organizo cada semestre diferentes grupos de trabajo, que tienen el objetivo de profundizar en varias herramientas de la Web y a la vez elevar la motivación y el interés por la asignatura.

Una particularidad en la organización de estos grupos es que se crean por los gustos o intereses de los estudiantes, tomando como base los criterios de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. Así por ejemplo si algunos estudiantes tienen más afinidad por la lectura, la música o la fotografía, pueden formar parte del grupo, lector, el musical o los reporteros, por citar algunos ejemplos.

Esta forma de selección rompe con la estructura más generalizada de elegir los integrantes por su afinidad personal. No me opongo a este tipo de elección, pero opino que en la educación superior, el estudiante debe desarrollar diferentes maneras del trabajo cooperado. Una vez egresado trabajará con diferentes personas, muchas desconocidas hasta ese momento, en ambientes distintos, en situaciones complejas y diferentes a la universidad.

Organizando los grupos por intereses y gustos se favorece el cambio de roles entre los estudiantes al formar grupos con otros compañeros de estudio, que aunque no sean del todo conocidos entre si tienen intereses comunes. Además se mejora el respeto por las opiniones y el trabajo ajeno.

Para la selección del grupo se emplea el aula digital en Moodle, estos tienen un tope de tres personas y previamente se deben leer las consignas del tipo de gusto o preferencia y después se habilita la opción de selección del grupo. En este momento el estudiante no conoce a los otros integrantes, solo después de su elección es que reconoce a los demás miembros.

En el caso que se alcance el cupo máximo de un grupo el estudiante debe seleccionar otro, tomando en cuenta que Gardner señala que todo individuo puede inclinarse por más de una de estas inteligencias.


Dos estudiantes leyendo el código Qr
Uno de los grupos tenía como tarea realizar un concurso tipo “Caza del tesoro” con el empleo de códigos Qr. Ellos prepararon su trabajo a partir de un grupo de códigos cuyas respuestas tenían mensajes educativos, históricos o numéricos, pero cada uno de ellos conducía a la siguiente pista.

Lo importante del trabajo radica en la manera de usar la tecnología para contribuir a la formación de valores en los estudiantes. En este caso no solamente por las consignas de cada código, sino por la manera coordinada en que el grupo resolvió su tarea.


El concurso terminó con dos premiadas, que fueron las que hicieron todo el recorrido en el menor tiempo posible, a ellas se les entregó una camiseta con un código Qr, que contiene un interesante mensaje. Incluso el profesor recibió también su camiseta. Les invito a que puedan escanear el código y encontrar el mensaje. 


Las dos premiadas con los integrantes del grupo

Hasta el profe recibió su camiseta